lunes, 13 de diciembre de 2010

Dentro

Afuera la lluvia golpea con furia los cristales empañados...la penumbra de la habitación deja apenas vislumbrar dos siluetas entrelazadas, fundidas... una sola.
Su universo  se había reducido a esa cama, mudo testigo de la pasión de sus cuerpos.
La respiración acelerada, el corazón de cada uno latiendo al unísono...
Las manos de ambos,  aferradas a la carne del otro, que es más suya que la propia... los dedos, afanosos exploradores de cada centímetro de la piel amada...
Las sábanas húmedas, territorio sagrado para dar rienda suelta a este amor...
Los músculos tensos, ciega la vista, hundiéndose en un paroxismo con olor marino, donde los hombres se vuelven dioses...

Se besaron hasta hacerse daño...